Las personas con inteligencia emocional tienen más éxito y ganan más dinero

  • Ganan de media unos 26.000 euros más al año
  • Tienen mejores relaciones con los demás

La inteligencia emocional es la habilidad de reconocer las emociones y su impacto en nosotros mismos y en los demás así como tener autoconocimiento y conciencia social. Uno de los fundadores de la inteligencia emocional, Daniel Goleman, afirma que es clave para relacionarnos de forma satisfactoria con los demás. Así pues, tener inteligencia emocional es clave para crear, mantener y mejorar las relaciones con las demás personas, imprescindible en nuestra vida personal y profesional.

Hay miles de estudios, como los de la Universidad de Miami en Ohio, que demuestran que la inteligencia emocional nos ayuda a tener más habilidades sociales, relaciones interpersonal más fuertes y más habilidades de liderazgo, lo que lleva a mayores salarios y más éxito a nivel laboral. Investigaciones de TalentSmart a más de 42.000 personas determinaron que las personas con más inteligencia emocional ganaban de media unos 26.000 euros más al año que aquellas personas con bajos índices de inteligencia emocional. Los trabajadores ganan más dinero a medida que incrementan sus niveles de inteligencia emocional.

La inteligencia emocional es una de las competencias que hacen sobresalir a los líderes y eso se incrementa a medida que el cargo es cada vez mayor. También vemos lo importante que es la inteligencia emocional en los estudios. La Universidad de Pensilvania tiene investigaciones en las que se demuestra que los estudiantes que no tienen los coeficientes intelectuales más altos de su clase pero obtienen altas calificaciones tienen inteligencia emocional y una actitud a la que llaman «grit». El grit es la pasión y la perseverancia por conseguir metas a largo plazo que sean significativas. Estos alumnos siguen insistiendo y avanzando a pesar de cualquier contratiempo.

Si quieres mejorar tu inteligencia emocional puedes hacerlo con ejercicios, algunos de los cuales son sencillos, como por ejemplo, tomarse un tiempo para responder. Así, cuando vives una situación intensa, puedes hacer una pausa para respirar y reflexionar antes de actuar.

Otra forma de incrementar la inteligencia emocional es ser flexible. La próxima vez que tengas que hacer alguna tarea piensa en cómo hacerla de otra manera (mejor una tarea que no tenga un protocolo de actuación definido). También podemos potenciar la inteligencia emocional pasando tiempo con otras personas, por ejemplo, con los compañeros de trabajo, o practicando la escucha activa.