Soy una persona perseverante, activa y optimista. Tengo rutinas diarias que me mantienen en forma a nivel corporal y mental. Por ejemplo, 5 días a la semana, a primera hora de la mañana, leo libros sobre negocios, neurociencias y desarrollo personal y después me voy a caminar por la montaña entre 30 y 40 minutos. Escucho también podcasts, habitualmente de ciencia. Tenga el día que tenga después, mantengo estos 3 hábitos porque me hacen avanzar y sentir bien, con energía y entusiasmo.
Después de desayunar voy a pasear con mi familia y a lo largo del día busco algún otro momento para aprender. Otro hábito que cuido son las comidas. Como tranquila y lentamente. Eso me ayuda a cuidar mi cuerpo y a recargarme.
Varias veces al mes asisto a networkings o encuentros de emprendedores y emprendedoras y eventos con todo tipo de personas. Con el tema de la pandemia muchos son online. Estar en contacto con otras personas me motiva y me impulsa.
Y, por último, comparto otro hábito, uno de los más importantes: irme a dormir temprano y dormir entre 7 y 8 horas. Con una niña de 2 años ha habido noches difíciles (con despertares) pero con esto en mente he conseguido que muchas de mis noches fueran mejor y actualmente estoy respetando estas horas. Muchas personas no se dan cuenta de que el día empieza la noche anterior, con tu descanso. Si te vas a dormir tarde y duermes poco, al día siguiente tendrás un día de peor calidad.