Neuromarketing: cómo ir vestido a una reunión de trabajo

El neuromarketing es la disciplina que usa las neurociencias aplicadas al marketing, es decir, para vender. Pero no se queda solo ahí; actualmente el neuromarketing es la disciplina más eficaz del mundo para vender y conectar emocionalmente con las personas. Usa tecnología puntera a nivel mundial, como escáneres cerebrales, para ver cómo reacciona nuestro cerebro a cualquier estímulo (vista, olfato, oído, tacto y gusto).

El neuromarketing puede usarse para vender cualquier producto y servicio del mundo. También para tener mejores relaciones profesionales e incluso personales. Te ayuda a comprender cómo reaccionamos y por qué lo hacemos.

Hay millones de reuniones de trabajo cada día en todo el mundo. Se invierten muchos minutos, tiempo y esfuerzo en explicar contenidos e intentar conseguir objetivos. No obstante, la mayoría de las personas que hacen reuniones a diario o semanalmente no tienen conocimientos de neurociencias. De hecho, usan elementos en sus reuniones que son anti neuromarkeirng.

Tengo la gran fortuna de conocer personas distintas cada semana (muchas veces es a diario). Hago muchas preguntas e intercambio mucha información. Y lo habitual es que cuando les explico algunas acciones de neuromarketing que pueden aplicar en sus reuniones se sorprendan. Y muchas veces son acciones básicas. No solo se desconocen sino que se usan otras acciones que perjudican los objetivos que se quieren conseguir: una venta, que el potencial cliente pida más información, etc.

Vamos a ver 3 acciones de neuromarketing sobre nuestra imagen, 3 acciones sobre cómo puedes ir vestido/a a una reunión y tener más efectividad y éxito:

  1. Neuromarketing: Ropa de color oscuro

La cara y las manos son las partes de nuestro cuerpo que más comunican cuando hablamos con una persona o grupo de personas. Nuestro objetivo en una reunión debe ser que se centren en nuestro discurso, por lo que debemos hacer que la cara y las manos destaquen por encima de cualquier otro elemento.

Una de las formas para conseguirlo es ir vestido de color oscuro. Se ha demostrado con estudios científicos que los colores oscuros en la ropa hacen que destaque nuestro discurso porque no ‘roban’ la atención de la persona que tenemos delante. Los colores oscuros como el negro pasan desapercibidos y conseguimos que destaque nuestra cara, nuestra conversación, nuestras expresiones, etc.

El color negro es la referencia por excelencia pero si no quieres usarlo siempre o no te convence, hay otras opciones. Antes de comentarlo simplemente recordarte que cuando vas a una reunión tienes un objetivo en mente y eso es en lo que deberías centrarte. Así que si el negro te ayuda a conseguirlo, te recomiendo que lo uses, aunque no sea tu color ‘favorito’. En ese momento, te está ayudando a conseguir tu meta. Otros colores que puedes usar son el gris y el azul oscuros. Sobre todo deben prendas oscuras y lisas, sin cuadros, rayas o lunares. Todos estos elementos despistarían.

  • Neuromarketing: Cara limpia y sin gafas

La cara es lo que nos van a ver primero cuando saludemos a la persona con la que tenemos una reunión. Nuestro cerebro tarda solo 33 milisegundos (aproximadamente una tercera parte de un segundo) en saber si una persona es o no de confianza. Por lo tanto, debemos cuidar nuestra imagen a nivel facial. ¿Cómo se hace?

Tanto en hombres como en mujeres la cara debe estar limpia y despejada. Por ejemplo, en hombres con barba o bigote, significa que el pelo esté bien aseado y cortado. No importa lo que quieras o sientas en ese momento. Si tienes el pelo facial con aspecto descuidado, el cerebro de la persona que tienes delante recibe el mensaje de que eres sucio y descuidado; aunque no sea verdad.

La cara debería estar bien hidratada, sin acné y con detalles como las cejas bien cuidados (peinadas y bien definidas si es posible). Parecen detalles ínfimos pero cuando vemos a una persona y hablamos con ella durante un rato, estamos analizando esos detalles a velocidades quilométricas. Yo tengo a una doctora especialista en estética que cuida mi piel a todos los niveles, por dentro y por fuera. Desde que lo hago tengo mejores resultados y, además, me siento mucho mejor. Es rentable; ganas más de lo que inviertes.

La imagen de esa persona comunica a nuestro cerebro cómo somos, cómo nos comportamos e incluso si somos responsables o no. A veces esas percepciones son erróneas y fallamos, pero nuestro cerebro las hace de igual forma. Así que es mejor entender cómo funciona y trabajar esos elementos a nuestro favor, siempre respetando quienes somos y nuestro estilo.

Las gafas son un elemento de controversia. En mis conferencias suelo decir que las gafas restan comunicación y visibilidad a nuestros ojos. Muchas personas no se lo creen o incluso se enfadan. Las gafas hacen que la persona que tenemos delante no vea bien nuestros ojos. Si tenemos mucha graduación todavía peor: nuestros ojos se ven con efecto lupa. Eso no nos permite que nos vean con claridad. Es como si fuéramos un ‘mini’ peligro para la otra persona. Una persona con gafas de sol, gafas con mucha graduación que distorsionan los ojos, con los ojos muy cerrados (estilo desafiante) o que no nos mire es un peligro simbólico y nuestro inconsciente se lo toma en serio. Cuando hay un peligro la persona no puede actuar con normalidad y pasa al plan de supervivencia. En esas circunstancias, lo más fácil en una reunión es no conectar emocionalmente y no comprar.

Jürgen Klaric, mejor especialista en neuromarketing del mundo en lengua española y persona con la que me he formado, demostró con estudios científicos que las personas con gafas venden un 12% menos. ¿Si llevas gafas qué puedes hacer? Ponerte lentes de contacto en las reuniones. Si no te gustan, puedes quitarte las gafas en las partes relevantes de tu discurso. Yo, por ejemplo, llevo gafas desde hace muchos años. En la mayoría de los cursos y en todas las conferencias voy con lentes de contacto. He mejorado mi conexión emocional con el público así como mis resultados de ventas.

  • Con una sola maleta

Nuestra imagen no solo es cómo tenemos la cara, qué ropa llevamos o cómo hablamos. La maleta, bolsa o documentos que llevamos también comunican mensajes sobre nosotros. Se ha demostrado que cuando vamos a una reunión con un solo bulto, por ejemplo, una maleta o un bolso, comunicamos una imagen de persona responsable, organizada y profesional. Es como si lo tuviéramos todo controlado. En cambio, las personas que van a una reunión con dos o más bultos, como dos maletines, un maletín y una mochila o bolso, se perciben como más desorganizadas, caóticas e irresponsables.

Esto no quiere decir que lo que proyectamos sea verdad pero ya estaremos creando una desventaja en esa reunión. Yo era de las que iba con bolso y maletín a las conferencias y a las reuniones. Hasta que descubrimos esta información y estuve varios meses yendo con un solo bulto. Tenía los documentos, el ordenador y mi monedero en un solo maletín. Cuando voy a una conferencia para cientos de personas suelo necesitar más cosas; si se da el caso, alguien de mi equipo me ayuda con el material y yo me dejo ver con un solo bulto o si llevo más de uno, lo hago en momentos donde haya pocas personas. Hay veces en las que no podremos evitar levar más de un bulto; no pasa nada. Sabemos lo que sucede así que podemos usar nuestra energía vital alta y nuestro discurso para contrarrestarlo.