La abundancia es una provisión ilimitada de amor, dinero, relaciones sociales, etc. Es sentirse pleno, fluir con tu entorno; es coger un vaso de agua del océano, sabiendo que habrá millones de vasos más.
La abundancia es nuestro estado natural pero no estamos conectados a él. ¿Por qué? Porque hemos crecido y ‘absorbido’ las creencias y formas de ver el mundo de nuestros padres (o nuestros cuidadores principales), nuestros maestros, compañeros de clase, compañeros de trabajo, jefes, amigos, pareja, etc. Somos la suma de todas esas interacciones y experiencias.
Hay millones de personas en el mundo que viven desconectadas de ese estado de abundancia. Viven en la escasez, en una mentalidad que las hace sentir estancadas. Creen no merecer la abundancia o, al menos, no saben cómo sentirla y vivirla.
Algunas de las creencias y los comportamientos que podemos tener cuando vivimos en la escasez:
- No soy suficiente
- No tengo dinero
- No puedo conseguirlo
- Los demás lo pueden conseguir pero yo no
- O escojo esto o escojo lo otro
- Llevo poco dinero en metálico encima
- Tengo envidia del éxito de los demás
- Me enfoco en el ‘tener’ y no en el ‘ser’
- No tendré nunca lo que quiero
- No consigo lo que quiero porque no tengo… (estudios, trabajo, ahorros…)
Un comportamiento que he visto centenares de veces es que las personas con mentalidad de escasez miran muchas veces la cuenta del banco. Muchas de ellas a diario. No miran la cuenta para ver cómo el dinero crece sino todo lo contrario, para ver si están en números rojos, si les han cobrado tal recibo, etc. El dinero es una energía y un reflejo de lo abundante que te sientes. La cuenta bancaria refleja tu estado de abundancia,lo abundante que crees que eres. Los seres humanos somos abundantes y valiosos pero nos infravaloramos. Nuestras creencias nos hacen sentir pequeños y no generamos ‘dinero’ porque no creemos que ‘lo valemos’.
Para empezar a conectarte con tu abundancia puedes:
- Potenciar la gratitud. Ser agradecido/a te ayuda a expandir la mente, a sentirse más valioso/a. Además la gratitud activa la dopamina en tu cerebro, lo que te hace sentir más feliz y con más salud
- Alégrate de los éxitos de los demás. Cuando eres una persona abundante te alegras de los éxito de los demás. Ves ‘amigos’ en todas aquellas personas conocidas y desconocidas que han conseguido algo. Hay abundancia para todos y todas. De hecho, si personas cercanas a ti tienen éxito estarás más cerca de tenerlo. El entorno directo, las personas que forman parte de tu círculo cercano influyen en tu comportamiento. Rodéate siempre que puedas de personas abundantes.
- Afila la sierra. Es el séptimo hábito que Stephen R. Cove describe en su best selles Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva‘. Significa que debes cuidarte. Usando la metáfora de la sierra, cortaremos más árboles si mantenemos la fierra asilada. Si no cortaremos mucho menos e invertiremos mucho más esfuerzo. La sierra somos nosotros y la mantenemos afilada cuando nos cuidamos. ¿Cómo podemos cuidarnos? Cuidando nuestra alimentación, durmiendo las horas necesarias, teniendo relaciones sociales ricas, descansado, viajando… haciendo aquellas actividades que nos hacen estar en equilibrio y salud.