Vendemos todos los días de nuestra vida. Y para que se te quede grabado vamos a hacerlo más personal: vendes todos los días de tu vida. Desde que te levantas hasta que te vas a dormir te estás vendiendo. Sí, vendemos cuando estamos en un proyecto o una empresa y hablamos con clientes y potenciales clientes para conectar con ellos e influirles para que nos compren algún producto o servicio. Pero también vendemos en otros contextos que pueden no parecer tan obvios.
Y es que tu cerebro está continuamente analizando a tu entorno para ‘encajar’. Así, te ‘vendes’ cuando hablas con algún miembro de tu familia, con un vecino, haciendo cola para comprar, asistiendo a un evento… tu cerebro estará pendiente de que conectes con esas personas conocidas y ‘nuevas’. Por lo tanto, vender es un verbo muy extenso: significa que te comunicas de forma consciente e inconsciente con las personas de tu entorno para conectar emocionalmente con ellas y dar una buena impresión. Por lo tanto, te estás vendiendo continuamente, tanto si eres consciente como si no, tanto si te gusta cómo si no.
Luís Bassat, uno de los publicistas más prestigiosos del mundo, dice que en el siglo 21 si no sabes hablas en público eres el nuevo analfabeto. He aprovechado esta frase para pasarla al terreno de la venta: si en la actualidad si no sabes vender, eres un analfabeto/a. La venta es imprescindible, desde para encajar en la escuela hasta para encontrar pareja, amigos, trabajo y buenas oportunidades. Tendrás más éxito si te sabes comunicar correctamente para conectar emocionalmente y vender.
¿Por dónde empiezo si no sé vender o no me gusta vender?
El neuromarketing, la disciplina más eficaz del mundo para vender y conectar emocionalmente con las personas, ha demostrado que el 80% de la venta siempre está al inicio y al final de una interacción. Así pues, puedes empezar a mejorar tus habilidades de venta practicando cómo empiezas a hablar con una persona y cómo terminas (también en cualquier otra interacción, como enviar un mensaje de WhatsApp o un email). Con que prestes atención a esos dos momentos ya te darás cuenta de varias cosas como de si la persona te recibe bien, sonríe, está receptiva o te ‘corta’ rápido. Y aprovecha esas interacciones para hablar; cuanto más hables mejor lo harás. Y si mientras tanto aprendes algunas acciones más para mejorar tu oratoria y tus habilidades de venta, avanzarás mucho más rápido.
No hay tiempo que perder. Cuanto más rápido vaya el mundo, cuanto más ‘caos’ haya en el mundo, cuanta más competencia haya… más se valorarán a las personas que saben conectar y vender, sea el sector que sea.